Era un día helado y gris. El aire frío le helaba las mejillas, casi partiéndoselas y le revolvía los cortos y castaños cabellos. Caminaba. Tenía la esperanza de llegar a la dichosa ciudad con un sólo pensamiento: encontrar la verdad.
Vió un letrero frente a ella con una exclamación: ¡Bienvenido a Vocaloid City! Población: 50000 habitantes.
-Estoy aquí de nuevo... -Dijo para sí misma, con voz débil.
No era la primer vez que se encontraba ante esa puerta. Aquella vez fué mucho más apasionante. Cerró los ojos y en su mente escuchó el bramar de la multitud, los chirridos de guitarras y la estrenduosa batería, mientras el público gritaba su nombre y coreaba con ella sus canciones.
Sonrió ante el pasado y sin vacilar, pasó a la ciudad.