"Así que este será mi nuevo hogar, ¿eh?..." [LIBRE]

Llevaba ya un día en la ciudad. El día de ayer había sido fatidico, y mamá y yo habíamos estado toda la tarde ordenando la casa nueva, por lo que no había tenido tiempo de salir, y menos con la lluvia que se había alzado.
Aquella mañana ella había salido temprano a trabajar, y me había dejaod una nota que decía que, si quería, podía ir a ver la ciudad, y también repitiendo varias veces que estuviera de vuelta pronto. También me había dejado algo de dinero por si me hacía falta.
Así que aquí estaba yo, caminando por una ciudad completamente desconocida, mirando de un lado a otro e intentando memorizar las cosas que veía.
Parecía una ciudad feliz, animada, y para mi todo continuaría así hasta mi primer día en una nueva escuela, que seguramente sería mañana o pasado...
Caminaba distraida en este pensamiento cuando choqué con alguien inesperadamente. Yo mantuve el equilibrio, pero aquella persona estuvo apunto de caer y yo, en un intento por evitar que cayera, agarré su muñeca y entonces fui yo la que se precipitó al suelo, con un gritito ahogado en mi garganta.

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¡Oh...! Aquí vamos en el segundo día, los hechos que se sucedieron en el primero ya de por sí eran realmente extraordinarios, pero mejor intentar olvidar cosas que son un tanto fuera de lugar.
La pequeña androide había salido sola, claro, no había quién la acompañe, y llevaba como siempre su semblante tranquilo y una pequeña sonrisa en el rostro que no podía transmitir realmente mucha felicidad, aunque tampoco estamos hablando de que ella la sintiera. El viento de vez en cuando danzaba con sus cabellos, parecía un día apacible, a pesar del anterior que realmente había sido fatídico para ella, por lo menos esta vez no tenía frío, y había ganado un poco de confianza en sí misma y ya no necesitaba abrazarse buscando los vestigios de confianza que tenía antes de arribar a la prometedora ciudad que realmente, ya había logrado quitarle el entusiasmo y la seguridad de poder "ser algo". Señoras y señores, realmente Miki era como una auténtica adolescente, con pensamientos egoístas, algo despitados, locos y algo infundados. Tan inmersa en sus propios pensamientos iba que sintió como de repente se golpeaba con algo, volvió a la realidad al instante, pero no lo suficientemente rápido como para evitar su propia caída y el grito que sucedió a esta, como otro que sonó casi al unísono, más aún fue la sorpresa al encontrarse en el suelo, con un agudo dolor de cabeza y una joven encima de ella, lo cual no pudo captar mucho más su atención, estaba preocupada por su propio dolor y el susto que había acabado de pegarsele.

Al fin em atreví a abrir los ojos. Rápidamente, busque en mímisma algún dolor físico, pero no encontré nad,a par ami suerte. En parte me extraño,y, además, había caido en algo blando. Me incorporé en el suelo y me senté. M había caído en medio d ela calle y a nadie pareció importarle. Estaba a unto de levantarme cuando em fije en qué era lo que había evitado que me dañara. Una chica, bueno no estaba segura de si lo era... A veces veía bastantes robots por la ciudad, pero le permitía el beneficio de la duda.
Recordé que la chica seguía en el suelo y, nerviosamnete, la ayude a loveantarse, y agachando al cabeza varias veces, me diculpe.
-¡Goemn, gomen!-repetí variasveces- caminaba distraida y no vi por donde iba, ¡lo siento mucho!-repetí

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La androide de rojizos cabellos asintió con rapidez a la propuesta de la joven ayudándola a levantarse, tenía la leve impresión que tardo un pequeño lapso de tiempo en percatarse de que literalmente la estaba aplastando, y realmente se alivió al tomar su mano y con su ayuda poder incorporarse.
Su mirada recorrió con nerviosismo su entorno, ni una persona parecía haberle importado el hecho recientemente acontecido, nadie siquiera había dedicado una mirada y nisiquiera hablemos de ofrecer una mano amiga, más que ambas niñas implicadas en el asunto. Realmente Miki no se sentía molesta, posiblemente por que estaba muy hundida en sus pensamientos, y el dolor aunque molesto, no le impulsaba a descargar su ira contra la desconocida, a la cual sonrió con una sonrisa escueta, y apresuró a tomarla con suavidad de los hombros, indicando claramente que no habría motivo de disculpa-Tranquila, yo también caminaba distraida-repuso con la esperanza de que ese pequeño comentario deslucido pudiera calmar un poco a la joven de castaños cabellos.
-¿Te encuentras bien?-cuestionó, aunque posiblemente deba llamarlo como un sobre cuestionamiento, por que a ella parecía no dolerle nada en comparación de sí misma, que de vez en cuando apartaba una de sus manos y la depositaba cuidadosamente sobre la herida palpándola.

Suspiré cuando vi que ella estaba bien y que, sobretodo, no iba a echarme una bronca por haber caminado distraida. Para mi desgracia, tropezarme con la gente era algo usual en mi.... probablemente por que siempre iba distraida.
Su voz, al preguntarme mi estado, me recordó que d´ebía centrarme y sacudí al cabeza.
Asentí varias veces e hice una V con los dedos.
-Estoy perfectamente. ¿y tú?-pregunté , mirandola de arriba a abajo.-¡A-A si! Me llamo Kanon, encantada de conocerte-lo menos que podía hacer tras haber chochado con ella era presentarme.

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Que curioso, ambas parecían ser un tanto parecidas, tan solo en algunos pequeños detalles. Como fuera, estaban en casi perfectas condiciones y no se guardaban rencor alguno, así, que Miki volvió a sonreír ahora más animada mientras volvía a sobarse la cabeza-Solo me duele un poco la cabeza-musitó, pero teniendo en cuenta sus ánimos de no alarmar a la joven agregó-No es nada grave, ¡Ya se me pasará!.
¿Kanon? Que bonito nombre, ella se quedo pensando... Creería haber oído ese nombre antes, como fuera, debería presentarse-Yo, ¡Yo soy Miki!-dijo sonriendo.

[off: gumen xwx estoy estudiando y no hay inspiración XOxU]

Fruncí el ceño, estaba empezando a liarme... arqueé una ceja, intentando comprender, pero al final di pro sentado aquel tema, y asumí que verdaderamente estaba bien.
-¡Pues encantada de conocerte!-le dediqué una sonrisa abierta y extendí el brazo en su dirección en señal de saludo "oficial"; sin darme cuenta, empecé a pensar en voz alta- Una vez tuve una tortuga que se llamaba Miki, se murió de hambre...-recordé como yo había sido la causante de eso, y, tras darme cuenta de que lo había dicho en voz alta, sacudí al cabeza.-¡Lo siento mucho! No quería decir que tu, quiero decir... ah.. -me golpeé la frente con la palma de la mano y la miré con cara de arrepentimiento.