Si, tal cual el titulo es lo narrado a continuacion, en cuanto el joven Nanaya llega a la ciudad...
El viaje habia sido tranquilo, el joven se habia dormido en gran parte del trayecto, con los audifonos puesto y el volumen de la melodia sacra en niveles aceptables para no interferir con la obra del dios morfeo.
Los cabellos oscuros del joven se encontraban depositas junto con el resto de la cabeza en una de las ventanas del bus que lo traia a aquella ciudad, entre sus pies iba su abultado bolso con sus escuetas pertenencias. En los ojos cerrados del joven se veian movimientos clasicos del que esta sumergido en sueños y fantasias.
Las manos estaban apoyadas en los brazos del asiento y hacia mucho que el ambiente que rodeaba el medio de trasporte habia dejado de ser urbano...o al menos eso fue lo ultimo que vio Shaka antes de caer en el sueño profundo.
Pero para siempre...
-Ya llegamos, dormilon!-
El grito del conductor ademas de la brusca frenada impulso el cuerpo del joven, el cual al perder su posicion influyo en los reflejos del joven para despertar al mismo, quien con los ojos abiertos y el cuerpo listo...y tras darse cuenta de su situacion como ultimo pasajero, decendio del bus no sin antes despedirse de quien se tomara la molestia de despertarlo y no pasar de largo a su destino...
Dos maletas, una con sus pertenencias tales como ropas y objetos personales iba en su hombro izquierdo, mientras que la mano derecha llevaba con firmeza una maleta mas pequeña en que iba su intrumento musica.
Frente al joven estaba el centro de la ciudad y alguno de los edificios deberia ser en el que viviria desde entonces...ya se preguntaba como seria el casero o si ya tenia la llave de su departamento...