Guié a Lily hasta un pequeño local, a unos kilómetros del cementerio, miré por una ventana, habían libros, una barra de servicio y sillones con mesitas. Abrí la puerta y dejé pasar a Lily primero, siguiéndola con una sonrisa, me acerqué a la barra y le pedí a la chica que atendía:
-Dos ccappuccinos -no iba a permitir que Lily pagara
Me entrgaron una bandeja, pasé el dinero (el cual conseguí antes de escapar de la tienda) y me volteé hacia Lily, le indiqué con un moviento de labios, dos sillones al lado de una ventana, dejé las bebidas en la mesa y miré por la ventana, había una bandada de palomas en el césped, picoteando aquí y allá mientras movían sus cuellos, agarré mi café y di un sorbo, en cada mesa había un tazón con bocadillos así que comí dos. Luego miré a Lily y le dije:
-Es agradable aquí